Hernán Morante, gerente general de la cooperativa agraria Huarmeycoop, destacó que gracias a la alianza estratégica entre los agricultores del valle de Huarmey y la empresa minera Antamina han logrado exportar su producción de espárrago y crear más puestos de trabajo en esa provincia del departamento de Áncash.
“La convivencia entre el sector minero y la agricultura es importante para la sostenibilidad en los valles. La alianza estratégica entre la empresa minera y el sector agrario es importante para el desarrollo productivo. Este ejemplo de convivencia nos da la posibilidad de crecer a nivel nacional. Hay muchos otros valles que están optando por el modelo cooperativo para crecer en la producción exportable y de pan llevar. El primer impulso ha sido la alianza con el sector minero”, indicó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Respecto a la premisa señalada por sectores opuestos a la minería referente a que la agricultura es incompatible con la actividad minera, Morante señaló que es un problema de comunicación y que la experiencia que tienen los socios de la cooperativa que representa descarta esa aseveración.
“En nuestro valle hemos establecido esta alianza con el sector minero para que los agricultores puedan tener sus productos exportables. Si en otros valles se llegara a una conversación sobre la ventajas del apoyo al sector agrario la convivencia es factible. Un ejemplo de ello es nuestro caso. Tenemos un acercamiento con Antamina, que nos apoya en capacitaciones de puesta en el mercado y nos da facilidades para tener mejoras. Todo esto es cuestión de comunicación”, remarcó.
Señaló que Huarmeycoop ya tiene aprobado su protocolo de bioseguridad y está inscrito en el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Salud gracias al apoyo de Antamina. “Contamos con nuestro aliado estratégico que, a través de una de sus empresas asociadas, ha sido la encargada de las actividades de apoyo para los controles internos, la elaboración de este protocolo de seguridad y la aprobación del plan de vigilancia”, enfatizó.
“Hemos tenido una certificación de Global GAP que nos permite dar un producto de calidad y adicionalmente hemos tenido una campaña relativamente complicada por la situación de las agroexportadoras, pero hemos podido salvar la campaña para los productores de espárrago que son socios de la cooperativa”, dijo.
“Somos una de las primeras cooperativas del sector agrario que ha podido tener su protocolo. En el valle estamos trabajando con 190 hectáreas en esta campaña, que son un promedio de 154 socios con certificación de Global GAP. El agro no ha parado, lo que ha habido es problemas en poder atender los protocolos de bioseguridad y han reducido en 50%, por eso es que hemos trabajado con menos cantidades para atender el mercado”, agregó.
Explicó que “la cooperativa, es una como empresa agraria que organiza a los diferentes sectores de la producción”. “En este caso estamos en la producción de espárragos, pero hay otras actividades como el palto, mango o maracuyá, entonces todas las actividades son organizadas de acuerdo a las necesidades que tengan los socios”, indicó.
“En primera instancia la cooperativa se organizó con los productores de espárragos porque es un producto de alta demanda en los mercados internacionales. Eso fue un punto de inicio y ahora estamos viendo otras alternativas productivas de cultivo en base a las necesidades de otros agricultores”, manifestó.
Precisó que “la cooperativa maneja la parte asociativa y la parte empresarial, para encontrar la posibilidad de encontrar más mercados en el extranjero”. “La ventaja de estar en una cooperativa es que tenemos certificaciones extranjeras y contamos con la posibilidad de tener mercados. Empezamos con 35 socios el 2014 y ahora hemos llegado a tener 110 socios, de esos socios 54 trabajamos con espárragos y estamos viendo que algunos de estos socios puedan tener otras líneas comerciales como el palto para tener sostenimiento en el futuro”, detalló.
“Para cerrar la cadena de exportación estamos pensando en ejecutar un proyecto a través de Agroideas para formar una pequeña planta procesadora de espárrago, que nos permita tener una cadena de conservación en frío y seleccionar mejor el producto para establecer una relación entre empresa exportadora y cooperativa en mejores condiciones de precios. Con esa planta de corte y procesamiento de esparrago ya estaríamos avanzando en el siguiente paso de la exportación”, afirmó.
“Somos una pequeña cooperativa en relación a la cantidad de socios y la población que hay en el valle de Huarmey, por cada socio se generan dos o tres puestos de trabajo en épocas de cosecha y trabajo de campo. Cada agricultor da trabajo a dos o tres personas más. Las empresas agroexportadoras compran el producto de la zona y genera más empleo y movimiento económico”, subrayó.
Red de Comunicación Regional (RCR).