La distancia a este lugar es de aproximadamente 30 minutos en carro hasta el inicio del complejo (Frutillo Alto), y luego una caminata de dos horas apreciando el panorama arqueológico.
Constituye el conjunto más numeroso y colosal de nichos funerarios de la época pre-inca. Allí existen además de ventanillas, muchas pictografías, como “La llama”, se trata de un auquénido pintado de color rojo indio en el interior de una ventanilla, así mismo “El indio”, el personaje tiene en una mano una lanza y en la otra una vasija y está acompañado de un perro. También es impresionante el santuario el “Paranday”, se cuenta que allí hubo un perol de oro custodiado por un cóndor que lloraba sangre.