Juan Carlos Ríos, psicólogo y docente de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), sostuvo que los confinamientos decretados por la pandemia del COVID-19 también han generado un incremento de casos de depresión y ansiedad en la población. Hizo un llamado a las personas a cuidar individualmente su salud mental, aprendiendo a manejar las emociones negativas antes situaciones complicadas generadas por la crisis sanitaria y económica.
“Los más afectados en términos laborales y económicos, son las personas informales que viven del día a día. Esta cuarentena los ha puesto en una situación muy compleja, porque no han podido a trabajar, han perdido sus ahorros y han pasado por situaciones de hambre y de pobreza en general. Eso a nivel emocional y social trae una serie de consecuencias negativas, desde la frustración que se genera por no poder llevarse un pan a la boca y alimentar a sus hijos”, dijo.
Señaló, en declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), que la situación crítica también genera que las personas estén más preocupadas, tensas e irritables. “Las personas se pelean más, porque hay más preocupación y más frustración. Si a esto le sumamos ya un problema social que se va generando con las dificultades económicas que es la delincuencia y personas que empiezan a delinquir, también se suma un problema social mayor. La frustración social sigue creciendo y es una bomba de tiempo”, advirtió.
El especialista hizo un llamado a la ciudadanía a cuidar su salud mental. “Cada uno individualmente debe cuidar su salud mental, tenemos que saber manejar y ordenar nuestras emociones. También hago un llamado a nivel social, que hagamos más cosas para ayudar a muchas personas que están viviendo una experiencia interior complicada y que es fundamental trabajar por la salud mental en nuestro país”, remarcó.
“Antes de la pandemia ya se veía que los trastornos de ansiedad eran altísimos en la sociedad, alrededor de un 30% de personas. Con la pandemia, los indicadores ahora son mucho más altos. Nos enfrentamos a una situación compleja, estoy viendo muchos casos de depresión y ansiedad que empieza a afectar otros factores de la propia vida, problemas para dormir, problemas con la familia. Tenemos que abordar el problema y ver cómo darle soporte a las personas y a la sociedad y ayudarlos a revertir también los efectos de la pandemia”, dijo.
También hay una afectación familiar
Expresó, además, que hay una afectación familiar a nivel de la sociedad en general, porque se ha generado una situación compleja a nivel nacional y mundial. “A nivel familiar se han dado muchos problemas desde el punto de vista logístico, padres que trabajan en sus casas, hijos que estudian en la casa, universitarios que están en un solo entorno, y eso genera dificultades y a veces cargas en la familia, porque no es fácil convivir las 24 horas del día”, indicó.
“En el caso de los niños, les afecta en su desarrollo, porque necesitan moverse, correr y jugar, y ese es un proceso que ayuda en el desarrollo físico, emocional y cognitivo de los niños. Segundo, el aprendizaje, el cerebro para aprender necesita movimientos y experiencias de situaciones que van consolidando ese aprendizaje. Tercero, para los niños es importante socializar. Cuarto, el juego y la posibilidad de divertirse más y lo cierto es que se ha reducido esos espacios”, afirmó.
Señaló que los adultos mayores están experimentando el tema de la soledad en esta pandemia. “Si bien no están acostumbrados a movilizarse mucho, sí están acostumbrados a recibir amigos y familiares, tomar un poco de aire, salir a pasear. El hecho del confinamiento los lleva más un estado de soledad, que puede traer bajas en el estado de ánimo, depresión y de sentirse abandonados”, precisó.
“El no tener mucha actividad física, esto afecta a la salud y un mediano y largo plazo puede traer dificultades. En el caso de los niños están sentados frente a la computadora seis o más horas por el tema del colegio, se está generando una situación que tenemos que abordar de manera inteligente y con mucho criterio, para que no se generen hábitos negativos y problemas posteriores”, aseveró.
Fuente: Red de Comunicación Regional – RCR.