Óscar Mendoza, decano del Colegio de Economistas de Cajamarca, sostuvo que la pobreza en la región se habría incrementado de 40% a 65% por la paralización total de la economía desde marzo a junio de este año. Señaló que el Gobierno nunca debió paralizar las actividades económicas claves del país como la minería, la pesca y la agricultura, que cuentan con medidas de bioseguridad permanentes.
“En Cajamarca ya se habían hecho varios informes en relación con la actividad productiva y de servicios. El primer trimestre habría tenido una caída del 30% en la actividad económica privada, que representa el 50% de empleos. Un reporte que hemos presentado (a la opinión pública) lo confirma. La cuarentena ha sido desastrosa para Cajamarca. Hasta el 2019 teníamos alrededor de 40% de pobreza y esa pobreza se habría incrementado a 65%”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Enfatizó que ha sido una cuarentena poco inteligente. “Los países que han salido más o menos librados de este asunto, han invertido en dos aspectos importantes. Uno, en educar a la población para tener una respuesta adecuada, y dos, en no paralizar sectores que generan actividad económica segura”, aseveró.
“Se ha paralizado toda la economía, pero había sectores que tenían capacidad para responder de manera adecuada, porque ya trabajan con estándares de seguridad. Uno, era el sector minero, otro, era el sector agroexportador, el sector pesquero también tenía condiciones para poder responder con acciones de bioseguridad y no paralizar”, remarcó.
Aseveró que en Cajamarca, 9 de cada 10 personas están con empleo informal y eso significa que necesitan salir a la calle todos los días para conseguir su fuente de ingreso. “Además, 3 de cada 10 viven en una casa donde solamente hay una habitación para descansar y eso significa que si alguien se contagia por tener que salir a la calle, regresa y contagia a toda la familia. El 20% de los hogares tiene refrigeradoras y eso significa que la capacidad máxima para comprar alimentos es para dos o tres días y tenían que salir permanentemente”, explicó.
Incertidumbre en inversionistas
Mendoza indicó que el tema de las inversiones es difícil y complicado, porque la incertidumbre en el tema económico sigue siendo alta. “Tú no sabes si el Gobierno puede regresar a una cuarentena y te puede volver a poner restricciones. Por más esfuerzos que haya, mientras no se resuelva la incertidumbre de cómo vamos evolucionando en esta pandemia va a ser muy difícil”, manifestó.
“Hay cuatro cosas básicas que hay que hacer para un desempeño adecuado del reinicio de actividades económicas. Uno, tenemos que pensar que todos somos positivos en COVID y por tanto el distanciamiento social es importante. Dos, el uso de la mascarilla reduce el contagio. Tres, el uso del protector facial reduce mucho el contagio. Cuatro, el lavado continuo de manos. En Cajamarca el promedio de horas diarias que tienen agua los hogares es de 6 horas y eso es insuficiente porque el aseo de manos es importante”, precisó.
Recalcó que en el caso de Cajamarca las cifras han sido desastrosas, pero es importante identificar que las autoridades no han tenido un rol tan adecuado en este tema de la cuarentena. “La capacidad hospitalaria para responder al COVID-19 en Cajamarca al 10 de junio de este año era exactamente la misma que teníamos el 16 de marzo. Es decir, hemos desperdiciado tres meses y medio para poder potenciar la capacidad de respuesta”, comentó.
“Si no hubiese sido por el aporte de las empresas privadas no se hubiera tenido la posibilidad de responder de manera adecuada y eso es una responsabilidad de las autoridades. Al 30 de junio del presente año, el presupuesto COVID que tenía el gobierno regional solamente se había gastado 38%. En el caso de la Municipalidad de Cajamarca es un poco mayor, pero no se llega al 100% y eso es responsabilidad de las autoridades, porque el Gobierno genera un presupuesto para que las autoridades inviertan y puedan resolver estos temas”, afirmó.
Resaltó que el error más importante del Gobierno fue asignar la responsabilidad logística a los gobiernos regionales cuando no tenían esa capacidad. “Más bien el Gobierno sí tenía esa capacidad de respuesta y no se hizo de manera adecuada. Sí se debió responder con la adecuación de la infraestructura local para dar respuesta al COVID”, dijo.
“En el horizonte nacional hay muchas expectativas del sector privado en la reactivación segura de las actividades. El primer trimestre va a ser muy diferente al segundo trimestre, no se va a llegar a los niveles que se tenía previo a la pandemia. El Banco Central ha hecho una proyección de que se recuperarían los niveles previos a la pandemia recién a partir del año 2022. Eso quiere decir que este es un año en el que vamos a tener una gran caída”, apuntó.
Afirmó que “el siguiente año sería de recuperación con todos los bemoles que traería un año electoral, que no necesariamente reflejan un impacto en el crecimiento, la historia del Perú ha demostrado que no es así”. “Recién recuperaríamos el nivel del 2019 el año 2022. Este es un proceso bastante largo y aun así en el país tenemos que tomar conciencia de que vamos a tener que convivir con esta enfermedad por lo menos por unos cuatro años, porque si bien es cierto hay empresas farmacéuticas que están en la primera etapa de la vacuna, la producción masiva de casi 7 mil millones de vacunas va a ser imposible y no todos vamos a conseguirla en el corto plazo”, dijo.
Fuente: Red de Comunicación Regional (RCR).