Manuel Jesús Bustamante, excongresista y médico del Hospital José Soto Cadenillas de la provincia de Chota, Cajamarca, sostuvo que la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, debería garantizar que las postas y los centros de salud de cada barrio atiendan a los pacientes COVID para amortiguar el colapso de los hospitales. También resaltó que es necesario el uso del monitoreo telefónico y tratamiento a distancia de los pacientes para evitar el contagio en los profesionales de salud.
“El manejo de esta enfermedad debe hacerse desde el puesto de salud, es decir desde el primer nivel de atención. Actualmente el gobierno central y el gobierno regional apuntan a los hospitales y los colapsan. Ojalá la ministra Pilar Mazzetti diga que no tienen por qué tener cerrados los centros de atención del primer nivel”, indicó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
“Si bien es cierto que hay un documento oficial, el anterior ministro de Salud confundía el primer nivel con atención primaria. La atención primaria es una estrategia de salud que migra desde el primer hasta el tercer nivel. Cuando yo escuchaba al anterior ministro decía que este es ministro es más descabellado que nadie, porque la atención primaria significa prevenir en todos los niveles, lo que él debió decir es orientar la atención en el primer nivel, puestos de salud, postas médicas”, explicó.
Destacó además la eficiencia del monitoreo telefónico de los pacientes. “Yo estoy manejando a 50 pacientes por teléfono. Al paciente no lo examino, no lo toco, porque con esta enfermedad hay que ser así. Lo que uno tiene que tener es claramente los síntomas y signos de la enfermedad. Si el médico interpreta bien estos signos y síntomas, inmediatamente el paciente empieza el tratamiento de la enfermedad en su casa y de manera aislada para que no contagie al resto”, dijo.
“Por ejemplo, en Colombia hay médicos que han identificado síntomas como la anosmia, es decir pérdida del olfato o que cuando el paciente come ya no disfruta del gusto. Son síntomas que no necesariamente tienen que ver con la parte respiratoria. El virus ingresa por la nariz y al pulmón llega en 12 o 15 días, cuando el paciente muestra síntomas de moderados a graves. Si el paciente ya no huele y no saborea, entonces el médico tiene que estar preparado para decir que esto es COVID y no esperar a que le falte el aire”, precisó.
Reveló que “hace 15 días el hijo de un rondero me llamó, tenía 32 años, por Tarapoto, empezamos a conversar y estaba con COVID de moderado a severo y ahora está mejor, porque en su casa le hemos dado el tratamiento”. “Yo manejo con ivermectina todas mis recetas. La ivermectina no mata el virus pero sí inhibe en la célula humana al receptor del virus, esa ivermectina actúa en nuestras células y ya no recibe el virus, si ya no hay célula receptora, nuestros anticuerpos van a desactivar el virus”, indicó.
“Por ejemplo, a ese muchacho le dije que tome ivermectina, pero como ya se estaba cansando, yo mismo lo sentía cuando él me hablaba, le agregue el enoxaparina, un autocoagulante. Entonces, ahí depende del médico para que oriente a los pacientes y les den el tratamiento adecuado. Para eso se necesitan profesionales que sepan. Yo monitoreo a los pacientes por teléfono. Es necesario tener en cuenta que la exposición con el paciente debe ser mínima, le damos un buen diagnóstico y tratamiento y evitamos el contagio a los profesionales de salud”, agregó.
También lamentó el crecimiento exponencial de la enfermedad en Cajamarca. “Ha habido un mal manejo del gobernador regional y autoridades locales. Ejemplo, ayer en mi provincia ha habido un caos en la plaza pecuaria y las autoridades han estado ausentes. La plaza abrió sin uso de mascarillas y con aglomeración de gente. Si hay alguien que tenga el virus, lo va a diseminar y por tanto en Chota las cifras están aumentando. El gobernador regional al inicio subestimó el problema y dejó que esto suceda”, dijo.
Red de Comunicación Regional (RCR).