Víctor Fuentes, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), sostuvo que Cajamarca ha recibido una gran cantidad de ingresos provenientes del canon y regalías mineros, pero su capacidad de ejecución de obras importantes es reducida. Precisó, por ejemplo, que solo ha ejecutado menos del 5% de un presupuesto de 180 millones de soles en la construcción de dos carreteras importantes.
“En Cajamarca tiene para ejecutar dos principales proyectos de construcción y mejoramiento de las carreteras en Bambamarca y Lluchubamba, con presupuestos de más o menos 180 millones, pero en conjunto se ha ejecutado menos del 5% en lo que va del año”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que Cajamarca es una de las regiones que, con Áncash y Apurímac y Moquegua, han recibido una gran cantidad de ingresos provenientes del canon y regalías. “Sin embargo, hemos encontrado una relación negativa entre el monto de las transferencias y el nivel de ejecución, que es el más bajo. La falta de capacidad para usar esos recursos explica los altos problemas de conflictividad social”, indicó.
Precisó que en Apurímac el principal proyecto de inversión pública para el 2022 es el mejoramiento de ampliación de servicio de agua y riego en la provincia de Andahuaylas con un presupuesto de 89 millones de soles, pero a la fecha solo se ha ejecutado 2%. “En Moquegua, el principal proyecto de inversión pública para este año es el mejoramiento de la red vial departamental Moquegua-Arequipa, tramo 108. El presupuesto es de 110 millones de soles y solo se ha ejecutado un millón”, agregó.
Advirtió que el daño es importante, no solo por los recursos que se dejan de gastar, sino por los servicios a los que la población no deja de acceder. “Es preocupante que una carretera termine sobrevalorada y al final después ya no sirva. No solo es un costo económico, sino también hay un costo para la población que no deja de acceder a un bien o servicio público. Esto debería apuntar a tener un mejor control, sino por la ciudadanía en general”, subrayó.
Enfatizó que el mejor control tiene que venir desde los mismos moqueguanos, apurimeños y cajamarquinos. “El seguimiento y el monitoreo de cada sol del presupuesto que debería gastarse es importante. Desde el IPE hemos elaborado una herramienta que se llama gasto público bajo la lupa, que invitamos a revisar, está en nuestra web”, observó.
“Un segundo punto que deberíamos ver en estas elecciones regionales y municipales es si hay una correspondencia entre las demandas ciudadanas y las ofertas de los partidos políticos, para tener claro en que nos vamos a meter en los próximos cuatro años. Dos tercios de la inversión pública no dependen del gobierno nacional, sino de los gobiernos subnacionales. Las decisiones en octubre van a decidir el uso adecuado de los recursos en los próximos cuatro años”, subrayó.