Turismo: Este hermoso puente fue construido sobre el Río Llaucano, salida de Bambamarca a Llaucán y Celendín en 1889 por el arquitecto italiano. Según estudió para su construcción se emplearon miles de huevos ya que con ello se preparó una masa especial para unir las piedras de calicanto.
El arquitecto fue sabio en no concluir la obra y se marchó faltándole concluir las barandas del Corellama.
Este daño se volvió a repetir el día de ayer martes 2 de abril por un sujeto que manejaba un vehículo pesado y lo peor en vez de reconocer y arreglarlo se molestó y no quiso asumir sus daños. Todo esto debe tener una sanción ejemplar porque no podrán recuperar su estilo original del hermoso puente.
Lo más lamentable que existiendo una vía de acceso alterna a la ciudad destinada para vehículos de carga pesada, por el barrio Agomarca Bajo; los conductores hacen caso omiso, y el personal de transporte de la municipalidad billa por su ausencia en el emblemático puente Corellama.