La pobreza extrema en Cajamarca podría aumentar de 450 mil a 700 mil habitantes si es que las autoridades nacionales y regionales no impulsan la reactivación de todos los sectores productivos en la región tomando en cuenta el esfuerzo que ha desplegado su población en controlar la pandemia del COVID-19, sostuvo Óscar Mendoza, decano del Colegio de Economistas de Cajamarca.
“El gran problema es que podemos retroceder 20 puntos porcentuales en pobreza, es decir la incidencia que hasta el 2018 era del 41% y en el 2019 esa cifra habría subido 2 puntos porcentuales, podríamos retroceder 15 años, es decir casi a un nivel de 60%. Aproximadamente 450 mil habitantes están en extrema pobreza y eso podría elevarse a 700 mil habitantes”, indicó el economista y también ex presidente de la Cámara de Comercio de Cajamarca a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que Cajamarca ha hecho una labor importante en el control de la pandemia y por ello se debió facilitar en junio el reinicio de sus actividades. “Así como Cajamarca había hecho este esfuerzo importante en controlar la pandemia, ha habido otras cinco regiones que han terminado siendo mucho más perjudicadas con una cuarentena extendida para todos los departamentos del país. En junio se debió dar facilidades a los departamentos que habían controlado la pandemia para un reinicio de las actividades”, subrayó.
“Ese es el castigo que se ha dado a una región que ha hecho bien las cosas en el tema sanitario. Y sobre todo tomando en consideración que es una región con una economía muy informal, casi el 70% es informal porque se sustenta en actividades agrícolas que no están vinculadas a los mercados”, dijo.
Indicó que ese problema va a empezar a tocar a la provincia de Cajamarca, que ha tenido un desempeño por casi 17 años como una provincia no pobre por la concentración de la actividad económica formal en esta provincia. Eso podría tener retrocesos importantes.
Precisó que uno de los puntos que debería plantearse para la recuperación de la región es generar condiciones para reactivar el aparato formal, que se concentra en la minería, la agricultura, la manufactura y la construcción. “Deberíamos generar condiciones para que las inversiones mineras que están en cartera puedan reactivarse más rápido y tengan las condiciones sociales para desarrollarse”, comentó.
Aseveró que muchas de las autoridades y grupos políticos buscan que se destruya el aparato productivo formal, porque prefieren un aparato productivo informal. “Da votos, provoca desorden y en general a río revuelto ganancia de pescadores. Lamentablemente, muchas autoridades no tienen asesores económicos de prestigio y por eso tienen una visión sesgada y más política de la economía”, subrayó.
Red de Comunicación Regional (RCR).